Hola amigos,  seguimos confinados y como la situación así nos lo exige debemos continuar bajo las normas que las autoridades nos imponen, así que una vez más, para que no os aburráis y para continuar con nuestra clase de Música y comunicación, os propongo un nuevo tema. Anteriormente fueron,  la dinámica y la agógica los asuntos que nos ocuparon. Ya visteis que estas materias son determinantes en la expresión musical, y espero que a partir de ahora, cuando escuchéis una pieza musical sepáis apreciar ese fantástico mundo de los matices.

    En esta ocasión el asunto a tratar es esencial en la construcción de cualquier mensaje musical, se trata del elemento rítmico por excelencia, el compás. La música es sonido, ritmo y tiempo,  y el compás será la fórmula idónea para acotar los sonidos dentro de un tiempo, "Tempo".  Será el compás, la casa de las fórmulas rítmicas básicas y evolucionadas que han de repetirse de forma constante,  al igual que un peculiar reloj que tuviera distintas cadencias de "Tic, Tac".  Todos los compases contienen algo que se siente y que va implícito en ellos, el pulso. Este pulso forma parte del mundo abstracto de la rítmica y se manifiesta en nuestro interior como lo hacen los latidos del corazón.

   Los compases son muchos y variados pero esencialmente se basan en tres tipos básicos,  binarios, con dos partes o pulsos, ternarios, con tres y cuaternarios con cuatro. Sus combinaciones darán como resultado numerosas formulas rítmicas que definen, entre otras cosas todos los tipos de bailes y danzas que en el mundo existen. Muchas veces oímos algo y sabemos qué tipo de música es, solo porque su ritmo así nos lo dice, o incluso nos movemos en el baile dejándonos llevar por un ritmo que suena y que precisamente está guiado por el compás .

  Con este enlace podréis disfrutar de un clásico en todos los sentidos, clásico por su popularidad, clásico por su bailable ritmo, clásico por su belleza y por su eterno sonido. El sonido de este vals es evocador, envolvente y también alegre. Dejaos llevar y descubriréis lo que es un compás de tres por cuatro, o ritmo ternario.  Las trompas suenan evocadoras al inicio, luego la orquesta se sumerge en el Danubio y todo surge. Disfrutadlo.

 

 

 
                                                                                                                                   Carlos Miguel