Y llegamos al Renacimiento -Italiano, cómo no- de la mano del Concerto delle Donne, un conjunto profesional de cantantes femeninas que, a fuerza de virtuosismo técnico y talento, dotó de renombre a la corte de la ciudad italiana de Ferrara. 

Un poco de contexto

El Ducado de Ferrara (1240-1598) se ubicaba en la zona septentrional de la actual Italia, al sur del Ducado de Venecia y al norte de los Estados Pontificios. Su esplendor como próspero núcleo cultural se vincula de manera incontestable a la familia Este, sobre todo, desde que Niccolo III de Este (1393 -1441) emprendiera la labor modernizadora de su ciudad. 

Niccolo III fue el primer gran reformista del Ducado. Fundador del primer grupo de músicos profesionales, su gobierno se caracterizó por un sólido compromiso con la educación humanista. Así, sus hijos Leonello y Borso prosiguieron con la remodelación humanista de Ferrera: reformaron la Universidad y reclutaron a los mejores músicos para la corte. 

No obstante, fue el nieto de Borso, el Duque Ercole I de Este, quien promovió el cambio más integral. Bajo su mandato, Ferrara se transformó arquitectónicamente y floreció como uno de los centros musicales más reputados de la Europa renacentista. Se hicieron frecuentes las grandes producciones teatrales y musicales que seducían a toda Europa. La corte del Duque había contratado a virtuosos cantantes e instrumentistas que interpretaban la obra de sobresalientes compositores como Josquin des Prez o Jean Apart. Sin duda, Ferrera era todo un referente.

Tras un par de generaciones donde se fomentó el potencial artístico del Ducado de la mano de artistas como Tiziano o Giovanni Bellini, el bisnieto del Duque Ercole I de Este, Alfonso II de Este -el último Duque de Ferrera, entre 1559 y 1595- llevó al cenit el esplendor la música en la corte. De la mano de su consorte Margherita Gonzaga, promovió la revolucionaria creación del primer grupo profesional de mujeres intérpretes de la historia: el conocido Concerto delle Donne.

¿Qué es el Concerto delle Donne?

El Concerto delle Donne, literalmente traducido como “el conjunto de las mujeres”, tuvo su génesis en un numeroso grupo de cortesanos aficionados a la música que, a lo largo de la década de los 70, comenzó a interpretar canciones en el contexto de la informal música secreta -estilo interpretativo de música a capella refinado y exclusivo- del Duque Alfonso II de Este. Al parecer, a  la Duquesa consorte le gustaban mucho estas veladas musicales, tanto que incluso fue partícipe de ellas. 

Mas ¡qué leen tus ojos! ¿Una mujer -y encima duquesa- entre tanto caballero? ¡No, por dios! O al menos algo así debió de pensar el Duque porque lo cierto es que contrató a un séquito de “damas de compañía” para la Duquesa, todas ellas, mujeres de la alta burguesía con una exquisita educación y un extraordinario desempeño musical, óptimo para entretener a Margeritha de Gonzaga. 

Las interpretaciones del incipiente conjunto femenino debieron de fascinar en la corte debido a que, poco a poco, este grupo de músicos aficionados evolucionó hasta erigirse en el primer conjunto profesional de mujeres intérpretes. Hasta entonces, en las cortes y teatros italianos de la época el rol femenino había sido eclipsado por las interpretaciones masculinas que situaban a los castrati como adalides de la música vocal. Cabe destacar que estos cantantes no llegaron a perder su vigencia hasta varios siglos después ¿Quien no recuerda a Farinelli? 

En primer lugar, os comparto Lascia Ch’io Pianga, un aria compuesta por Händel en 1705 que pudo ser interpretada por Farinelli, tal y como se relata en la película homónima cuyo enlace comparto a continuación: https://www.youtube.com/watch?v=WuSiuMuBLhM ¿Y por qué os comparto a Farinelli si estamos hablando de las Donne? Pues porque no dejo de encontrar en esta aria una clara referencia de las mujeres del Concerto. ¡Ahora veréis!

La revolución de las mujeres del Concerto

Livia D’Arco, Anna Guarini, Tarquinia Molza y Laura Peperara fueron las primeras cantantes-instrumentistas que integraron el Concerto delle Donne: un conjunto musical sumamente virtuoso que ofrecía conciertos exclusivos al reducido círculo de la corte, así como a los visitantes extranjeros de renombre. Esta exclusividad se tradujo en riqueza, pues comenzaron a ser retribuidas con altísimos salarios que brindaron su independencia. ¡Una auténtica revolución! 

Además de la revolución social, este conjunto propició la revolución estilística de la música de la época. Fusionaron la danza, el madrigal y la música instrumental protagonizada por el clavicordio,  el clavicémbalo, la flauta, el laúd y otros instrumentos de arco. Cantaban en dúos, tríos o cuartetos, acompañándose a sí mismas y, a veces, acompañándose de otros instrumentistas al servicio de la corte o del llamado Concerto Grande, una suerte de orquesta al servicio del Duque.

Già Sperai es el título de una de las composiciones que interpretaba el Concerto delle Done. En este enlace podéis escucharla: 

No obstante, la mayor innovación musical residió en la peculiar manera de interpretar los adornos vocales. Emplearon una técnica ornamentada y virtuosa que, sin duda, influyó en el desarrollo del madrigal y, más tarde, de la ópera, pues es evidente que inspiraron a grandes compositores precursores de la ópera como Claudio Monteverdi. 

Os comparto el Lamento della Ninfa de Claudio Monteverdi, un madrigal que presenta notorias similitudes con el estilo musical de las Donne: 

Las crónicas de la época hablan de conciertos de hasta seis horas donde las Donne cantaban y tocaban el repertorio de memoria. Un repertorio que, con mucha probabilidad, habría sido compuesto por Luzzasco Luzzaschi, un destacado compositor y tecladista italiano que fue reclutado por el Concerto delle Donne para la creación de un repertorio exclusivo.

A continuación os invito a que escuchéis I’mi son giovinetta, una composición de Luzzasco Luzzaschi interpretada por las Donne donde es posible apreciar el virtuosismos de la ornamentación vocal:

Desaparición e influencia del Concerto delle Donne

Cuando en el año 1597 el duque Alfonso II de Este falleció sin dejar descendencia, el Ducado de Ferrara se anexionó a los Estado Pontificios condicionando el final del fecundo periodo artístico que emprendió Niccolo III de Este a inicios del siglo XV. Esta anexión, sin duda, determinó el final del Concerto delle Donne, un conjunto musical en el que, por primera vez en la historia, las mujeres llevaron la voz cantante.

Sin embargo, a pesar de que el mundo masculinizado de la música clásica parezca haberlas olvidado, la importancia del trabajo de estas mujeres no fue en vano. Pese a la exclusividad de sus conciertos, su fama resonó con fuerza en las cortes de toda Italia. Inspiraron diversas imitaciones, incluso en las poderosas cortes de los Médici y los Orsini, e influyeron a grandes compositores sentando las bases de la diferenciación entre la música profesional y aficionada, definitiva en evolución de la historia de la música.

Un día más, reivindico la importancia de otro grupo de grandes mujeres olvidadas por la Historia.

                                                                                                                                                                                    Celia Miguel