Hola amigos y amigas, en esta entrada he pensado que para nuestro acto comunicativo musical voy a incidir en un área de la música que forma parte de cualquier discurso musical y que no es el sonido en sí mismo, ni la armonía, ni siquiera la fórmula rítmica, pero que forma parte del aderezo esencial de toda buena composición. Estoy hablando del mundo de los "matices". Al igual que en el lenguaje hablado, todo tiene un sentido o significado según se exprese. Así podemos decir algo con sorpresa, ironía, interrogación, enfado, alegría..., miles de maneras. En la música, este campo del matiz, está representado por estas áreas; La dinámica y la agógica, por un lado y la acentuación por otro.
LA DINÁMICA:
Incluye un mundo sensorial muy importante, dentro del sonido, se trata de todas las inercias del volumen, desde los sonidos más bajitos (pianísimo) hasta los más altos y sonoros (fortísimo), pasando por todos los grados intermedios; piano, mezzopiano, mezzoforte, forte, fortísimo..., tanto de forma súbita o repentina, como gradual, tanto de menos a más como de más a menos.
LA AGÓGICA
Este área interviene en el mundo de la velocidad o tempo musical, modificándolo circunstancialmente, de tal manera que el tempo o pulso, puede verse trastocado por alguna circunstancia expresiva de la frase musical. De esta forma una pieza que circula a un tempo X, de repente puede, puntualmente ralentizarse o acelerarse, ruborizarse, agitarse o suspenderse para luego continuar en la velocidad de la que venía. Hablamos de los Ritardando, acelerando, agitatos, sostenutos, pesantes ..., todos ellos términos que hablan de retener, acelerar progresivamente o remover súbitamente la música, así como poder suspenderla en una nota durante un tiempo.
LA ACENTUACIÓN
Es la forma en la que se presenta la emisión de cada nota , con ello podemos poner más o menos énfasis en cada una de ellas dentro del discurso musical, buscando así más o menos presencia en la expresión. Es como cuando recalcamos una sílaba en una palabra, o la pronunciamos de forma diferenciada al resto. Encontramos en este mundo de la acentuación, las notas picadas, que serán sonidos muy separados y cortos, las notas acentuadas, imitando el efecto de una campana al sonar; en ellas se escucha un primer impacto seguido de un alejamiento sonoro de la nota, como si esta se perdiera en el aire, los esforzando (Sf), un ataque que engorda súbitamente el sonido para luego de igual forma adelgazarlo. Estos son algunos ejemplos de emisión, no se trata de ahondar ahora en cada uno de ellos, sino de que sepáis que estas técnicas forman parte de todo eso, que luego conformará el acto compositivo y de comunicación musical último, y que el oyente escucha, pero que en muchos casos no sabe de su aplicación.
Con estos recursos, una misma melodía adquiere múltiples expresiones. Hoy os voy a sugerir dos piezas muy distintas para que observéis su evolución gracias a este enriquecedor mundo de los matices.
El primer enlace es
para que escuchéis el coro de peregrinos de Tanhäuser. Está interpretado por un
conjunto muy numeroso de jóvenes chinos, integrantes de coros y orquesta. Es
una versión muy aceptable y en ella podréis ver cómo se desarrollan estas
facetas del lenguaje musical de las que os he hablado.
Primero, los coros en
pianísimo exponen el tema, una bonita melodía que evolucionará hasta conseguir
su máxima expresión de forma apoteósica. En ese transcurso iremos del pianísimo
al fortísimo, de las notas en legato o ligado,
a la acentuación explosiva del cenit de la obra en la que los coros se
subliman con la ayuda de los metales de la orquesta apoyados por la percusión.
Podréis sentir el caminar de los peregrinos, como se acercan y cada vez se les
oye con más nitidez. Este es el mensaje emocionante de Wagner que podréis sentir y experimentar.
El segundo enlace es la famosa pieza de
Monti, "Las Zardas". En ella
podréis observar dos contrapuestas expresiones, una lenta, muy cantábile y la
otra endiabladamente rápida y trepidante en la que el violinista tiene que ser un virtuoso.
Espero que disfrutéis de ambas piezas y sepáis descubrir un montón de matices en ellas.